El opinólogo de Justo José de Urquiza se sincera ante los lectores Celestes. Además, analiza la suspensión de la Primera C y propone soluciones para tratar de superar esta difícil situación.
BASTA DE MENTIRAS
31 de julio (LMC).- Llegar a mí columna número diez me produce una mezcla de sensaciones. Siempre es difícil comenzar a escribir una hoja en blanco, pero cuando uno inicia el camino de las letras nunca sabe cuando puede terminar. Quiero que sepan que estoy contento por estar en este medio y me encuentro eufórico por la oportunidad que me han dado hace ya tres meses. Pero, también permanezco sereno, y en silencio.
Ante todo quiero aclarar, como ya lo he afirmado alguna vez, que no soy un periodista, como si lo son los pibes que integran La Mesa Celeste. Simplemente, soy un hincha fanático de Justo José de Urquiza que me anime a escribir sobre el club que amo, a mis 72 años. Hoy tengo un pirulo más y la verdad es que me siento mejor que en mis años mozos. Por eso es que trato de dar mí mayor esfuerzo en indagar sobre diversas cuestiones. En esta ocasión decidí analizar el parate del fútbol argentino, poniendo énfasis en la categoría que más conozco: la Primera C. A saber...
En la Argentina siempre ocurren hechos inexplicables, que ya no sorprenden a nadie. Y, no podían faltar en el fútbol, el deporte más popular, y a la vez con más diferencias, del país. Sí, hace unos días se supo que la C (como el resto de las divisiones del ascenso) no iba a arrancar el sábado 01 de agosto, como estaba previsto. El motivo es el mismo de siempre, desde que el mundo es mundo: el dinero, vil metal o como usted, caro lector, quiera llamarlo. Para ser más exactos, una gran cantidad de clubes (entre los que no está Urquiza, por supuesto) no pueden hacer frente a las elevadas deudas que mantienen con los jugadores que contrataron. Entonces, como los dirigentes de estos conjuntos (entre los que se encuentran Almagro y Estudiantes de Buenos Aires, por citar solo dos casos) les prometieron sueldos elevados a los futbolistas y después no cumplieron, se generó este conflicto.
Por supuesto, la Asociación del Fútbol Argentino (AFA), que es dirigida desde hace tres décadas por el sanguinario de Julio Humberto Grondona, también es culpable del problema. Ahora, las preguntas que surgen son: ¿La AFA no sabía que ciertos clubes no podrían afrontar sus deudas antes del inicio de la temporada?; y, si sabía, ¿Por qué no actuó antes?. ¿Por qué Grondona siempre busca soluciones nefastas, como pretender que la gente pague más por el fútbol que mira por televisión?; ¿Por qué la C no comienza el sábado, si casi todas las instituciones que la integran se habían puesto de acuerdo para arrancar el torneo? Todos estos son interrogantes con respuestas concretas, pero los poderosos jamás se dan por aludidos y parece que no les interesa mejorar el fútbol, sino empeorarlo. De más esta decir que la postergación le traerá problemas a las instituciones que no fueron inhibidas, por carecer de deudas, como... sí, adivino, como el Jota.
El Celeste, como muchos ya deben saber, es uno de los pocos clubes que le paga en tiempo y forma a sus jugadores y que mantienen sus finanzas al día. Obvio que esto no se produjo de la noche a la mañana, pues Urquiza hace mucho tiempo que está ordenado, como deberían estar todos los equipos de la Argentina.
Ahora, ¿La suspensión del fútbol es para preocuparse?. Sí, la verdad es que sí, porque este retraso innecesario generará problemas en la C, que se podrían evitar. Primero: los equipos tendrán que jugar más partidos entre semana (Nota del R: ya se había definido que en cada parte del certamen se disputarían dos encuentros los días miércoles, por lo que está cifra seguramente aumentará). Segundo: esto hará que los jugadores tengan una mayor intensidad y no puedan descansar de manera normal, por lo que también podrían sufrir serias dolencias en sus físicos. Claro, usted dirá: “los jugadores pueden jugar todos los días sin ningún problema, eso es una excusa”. Puede ser, pero tampoco es tan así, pues una lesión podría marginar a los mismos del resto de la temporada. Tercero: los entrenadores no podrán realizar una gran planificación entre un partido y otro. Cuarto: los viajes largos (Rosario, Zárate, Luján, entre otros) serán determinantes. Quinto: como en el 2010 se realizará el Mundial de fútbol de Sudáfrica, todas las competencias del globo deben terminar alrededor del 15 de mayo, cosa que desde el vamos será difícil de cumplir, por la gran cantidad de cotejos que habrá en la temporada (38), sumado a los del reducido.
Mientras tanto, como nadie se da cuenta que la Primera C es una categoría que no aporta jugadores a la Selección, porque los entrenadores de turno jamás los han convocado, la temporada 2009/10 será una de las más cortas de la historia (comenzaría el 15 de agosto y terminaría el 15 de mayo) por cuestiones ajenas a su organización. Sí, siempre paga el pato el que trata de hacer las cosas bien.
Es que la Primera C (junto a su hermana la Primera D) siempre ha sido despreciada por la AFA, cuando todo el mundo sabe que tendría que tener un mayor apoyo económico. Los clubes de barrio, como Urquiza, requieren del fútbol para poder sobrevivir y nadie repara en eso. Es más, el mandamás de la AFA parece empecinado en querer destruir a las instituciones que quieren progresar y solo muestra interés ante el dinero y los negocios. ¿Cuándo cambiará todo esto?
En fin, he elaborado una serie de puntos que podrían traer una solución a los problemas del fútbol argentino, en especial en la C:
1-Las temporadas deben empezar a principio de año, en vez de agosto, para así volver al orden que existía en el pasado. Asimismo, mantener los campeonatos largos.
2- Los recursos que provee la televisión, las apuestas, el Prode y afines tienen que repartirse en partes iguales para todos los clubes afiliados a la AFA, dando prioridad a los que menos tienen. Aquí hablo de los equipos de la C y D principalmente, y no solo por ser hincha de uno de ellos.
3- A partir de ahora, las instituciones que hacen las cosas mal (falta de pago, hechos de violencia, incentivaciones) deben tener una sanción, como la perdida de puntos, por ejemplo.
4- Hay que eliminar los promedios, para que los peores conjuntos de cada año desciendan y los mejores asciendan. A la vez, se tiene que suprimir la ventaja deportiva en las promociones, si es que seguirán existiendo.
5- Designar a los jueces de mejor rendimiento para arbitrar los distintos cotejos del campeonato.
6- Los socios de todos los clubes deben elegir, democráticamente, a las autoridades que conforman la AFA, empezando por su presidente/ a.
En fin, considero que el fútbol argentino se vería mejor con los puntos precedentes y con otros que pude haberme olvidado. Considero que la AFA, los dirigentes y los jugadores deben reconocer los errores cometidos, solucionarlos y mirar para delante, sin la corrupción que hoy existe. Pero, lo fundamental es que se termine la mentira, porque los hinchas estamos cansados de los dirigentes deshonestos, irresponsables e incapaces que destruyen los clubes. Esa debe ser la premisa, en la C y en todas las categorías, solo así se podrá mirar hacia el horizonte con esperanza. ¡¡Basta de mentiras!!; ¡¡¡Hasta la próxima noche Celeste!!!
IMPORTANTE: LMC llegó a las 200 notas y le quiere agradecer a las más de 6000 personas que ya han pasado revista por este blog. Gracias por el aguante y por el apoyo, !Vamos por más y el cielo es nuestra meta!
Copyright © 2009 – LMC – Texto: Narciso Jotas - Corrección: LMC – Buenos Aires, 31 de julio de 2009.
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