Para saber quienes somos, un poco de historia.
20 de Junio (L.M.C.).- Hoy se cumplió el 190º aniversario de la muerte de Manuel Belgrano, el creador de la Bandera Argentina. La Mesa Celeste recuerda a uno de los patriotas que más le dio al país.
Por Nicolás Souto.
El 20 de junio de 1820 se extinguía la vida de Manuel Belgrano, periodista, político, economista y militar argentino. Muy pocos lo recordaron en ese momento y ni la Gazeta de Buenos Aires, el diario más importante de esa época, lo nombró en su edición. Belgrano había nacido el 03 de junio de 1770 en Buenos Aires, la misma ciudad lo vería morir con una inmensa gloria y una pobreza extrema.
Muchos no lo saben, pero Belgrano tuvo que hacerse militar a la fuerza, ya que no contaba con la formación de José de San Martín y otros destacados próceres. Belgrano era un hombre de letras, que estudio en la Universidad de Salamanca (España) y que se destacó desde 1793 como secretario del Consulado de Buenos Aires. Además, escribió en diversos periódicos, como la misma Gazeta.
En 1806 y 1807, cuando se produjeron las invasiones inglesas, Belgrano fue uno de los más ardientes defensores argentinos. Tres años más tarde, cuando se produjo la Revolución de Mayo, integró la Primera Junta como vocal. Luego, comenzaría su etapa como militar.
En 1811, encabezó las expediciones al Alto Perú (Actual Bolivia) y Paraguay. Si bien, en enero de ese año fue derrotado en Paraguari y en marzo en Tacuarí, eso no lo privó de fundar las ciudades de Curuzu Cuatia y Mandisoví. Al contrario, las derrotas lo impulsaron a seguir adelante.
El 27 de febrero de 1812 vivió uno de los mejores momentos de su vida, pues creó la Bandera Argentina a orillas del Río Paraná (en Rosario) y la hizo jurar por sus soldados. En ese entonces, la enseña patria no era como la actual, sino que tenía dos franjas verticales, una celeste y otra blanca. Por lo que se sabe, Belgrano se inspiró en la escarapela que habían creado Domingo French y Antonio Berutti años atrás.
Meses más tarde, Belgrano asumió el Ejército del Norte e hizo caso omiso al Triunvirato, que le había ordenado que se replegase a Córdoba. Esa decisión se tradujo en las victorias ante los realistas, en Tucumán y Salta, más el “Éxodo Jujeño”. Luego, desafortunadamente fue derrotado en Vilcapugio y Ayohuma, por lo que le cedió el mando del Ejército del Norte a San Martín. Aunque, consiguió expulsar del actual territorio de nuestro país a los españoles.
Tras esta etapa militar, Belgrano viajó a Europa en 1815 para obtener el reconocimiento de la independencia Argentina. Un año después, ese sueño se lograba en la provincia de Tucumán. En los últimos años de su vida volvió a ocupar la Jefatura del Ejército del Norte, desde 1816 a 1819.
Para entonces, Belgrano ya se encontraba muy enfermo y debió retornar a Buenos Aires, en donde no le pagaron una gran cantidad de sueldos que le debían. Para costear los medicamentos y demás gastos, tuvo que entregar hasta su reloj, ya que no poseía nada de dinero. Así se fue uno de los mayores patriotas argentinos, entre la miseria y el olvido.
Sin embargo, Belgrano siempre será recordado por su humildad, por su trabajo y su desinterés, pues es conocido que aportó 40000 pesos fuertes para la construcción de cuatro escuelas. El último de dichos establecimientos se terminó de construir recién en 1999, lo que muestra la inmensa deuda que este país tuvo y tendrá con Belgrano. Declarar el 20 de junio como el Día de la Bandera es justo, pero no suficiente para premiar a este prócer.
Por esa razón, La Mesa Celeste propone que las banderas y las escarapelas no solo sean usadas en las fechas patrias, sino que se utilicen todos los días. Así Belgrano mantendrá el respeto que supo ganarse. Porque no tiene el mismo significado colgar una bandera Argentina solo en un Mundial que colgarla siempre. ¡¡¡Seamos un poco más patriotas, que este país necesita del esfuerzo de todos!!!
“Nosotros no venimos a competir con nadie, somos periodistas que queremos lo mejor para Justo José de Urquiza.”
Copyright © 2009 – LMC – Texto: Nicolás Souto – Caseros, 20 de junio del 2010