16 de Septiembre (L.M.C.).- El 16 de septiembre de 1955 se inició el derrocamiento del gobierno que encabezaba Juan Domingo Perón, por un grupo de militares que estaban al mando de Eduardo Lonardi, y a partir del 21 se instauró el tercer golpe de Estado en este país. A su vez, éste último dictador fue reemplazado por Pedro Aramburu, quien mantuvo un gobierno de facto hasta el 01 de mayo de1958. Sí bien el líder del Partido Justicialista no era un ejemplo en cuanto a la democracia, eso no justifica que fuera apartado del gobierno por la fuerza. Éste hecho desencadenaría un aumento de la violencia en la Argentina, porque Perón estaría proscripto durante más de 18 años y sus seguidores tampoco podrían presentarse a las elecciones en completa libertad. De esta forma, la Nación seguiría teniendo una democracia débil y continuaría siendo amenazada por los militares...
ÚNICO. Perón fue elegido tres veces como presidente (en 1946, 1952 y 1973) y despertó amores y odios entre los argentinos. Sin dudas, nadie puede decir que pasó desapercibido por estas tierras.
Si bien es cierto que Perón colaboró en los dos primeros golpes de Estado que sufrió la Argentina (Nota del R: En 1930 contra Hipólito Yrigoyen y, más activamente, en 1943, contra Ramón Castillo), el 24 de febrero de 1946 ganó las elecciones para presidente sin ningún tipo de fraude y con el apoyo de la mayoría del pueblo. Casado con Eva Perón, durante su primer gobierno encaró una serie de reformas que beneficiaron a los trabajadores (aumento de sueldos, mayor igualdad entre los hombres y las mujeres, sustituciones de importaciones por productos realizados en el país) y a la gente de menores recursos (acceso a viviendas y a la salud). No obstante, sus ansias de poder generaron que en 1949 se realizara una modificación a la Constitución Nacional, lo cual le permitió presentarse de nuevo en 1952.
En ese año volvió a ganar las elecciones, por un resultado mucho más holgado (Obtuvo casi el 62% de los votos), y siguió amasando poder. El tema es que, más allá de los logros, durante sus dos primeras presidencias ocurrieron cuestiones que no se corresponden para nada con una democracia: persecusión a la prensa y a los opositores (No podían utilizar las radios y la incipiente televisión, que eran controladas en forma monopólica por el Estado); torturas al estudiante Ernesto Bravo (Casi muere por las mismas), al dirigente sindical Carlos Aguirre (éste último sí murió), atentado contra Cipriano Reyes y asesinato de su chofer en el mismo, además de que él primero fue condenado a la cárcel por negarse a disolver el Partido Laborista (El que más colaboró para que Perón fuera presidente); enfrentamiento casi permanente con las personas que pensaban distinto (Cualquier similitud con la realidad no es pura coincidencia), diagramación de las secciones electorales a su antojo, para ganar en donde sabía que iba a perder; pupulismo exacerbado, con un estilo similar al fascista; falta de libertades; entrega del Diario "La Prensa" a la Confederación General del Trabajo (C.G.T.); lavado de cerebros a los chicos, con una serie de libros que ensalzaban las figuras de Perón y su esposa, entre otras cosas nefastas...
Volviendo al principio, no hay que olvidar que Perón era militar y que cimentó su carrera politica a partir de un gobierno de facto, que primero encabezó Pedro Ramírez (Arturo Rawson solo duró un par de días) y luego Edelmiro Farrell. Ocupó tres cargos a la vez (Vicepresidente, Ministro de Guerra y Secretario de Trabajo y Previsión) y fue uno de los principales organizadores del G.O.U. (Grupo de Oficiales Unidos), el principal sostén de la dictadura iniciada en el 43´.
Por eso sorprende, o tal vez no tanto, que otros militares lo hayan derrocado 12 años después. Antes de eso, Luciano Benjamín Menéndez (Nota del R: El tío del represor que fue condenado a prisión perpetúa hace pocos meses) había intentado un golpe de estado en 1951, pero fracaso porque el ejército apoyaba a Perón. Además, el pueblo, que sí participó en el 55´, no estaba en contra del gobierno.
Más cerca de los difíciles sucesos que ocurrieron en septiembre de ese año, el 16 de junio se produjo otro intento de golpe de estado. Este estuvo integrado por la Marina de guerra, por sectores de la iglesia católica (Con la que Perón se había enfrentado con duros términos, meses antes de su derrocamiento, pues quería separarla del Estado) y por los conservadores, los radicales y los socialistas. El bombardeo a la Plaza de Mayo, a la Casa Rosada, al edificio de la C.G.T., al edificio que en ese entonces servía de residencia presidencial y a otras zonas del centro de Buenos Aires dejó un saldo de 308 muertos y más de 700 heridos. El ataque se realizó con 20 aviones de la incipiente Fuerza Aérea (Que tuvo su debut contra los propios argentinos) y duró hasta las 18:00 horas. La víctimas fueron, sobre todo, los integrantes de una multitud que se encontraba manifestando en la Plaza.
Toda esta violencia no pudo contra Perón, quien siguió gobernando por tres meses más. No obstante, la situación era delicada y parecía que todo iba a empeorar. El 16 de septiembre del 55´ estalló en Córdoba una insurrección cívico-militar que daría inicio a la "Revolución libertadora". La misma estaba liderada por Lonardi y luego se extendería a otras provincias, como Corrientes, Entre Ríos, la zona de Cuyo y Río Negro.
El almirante Isaac Rojas, otro de los militares que más odio le tenía a Perón (Por una vieja cuestión personal), aseguró que sí éste no renunciaba "la Flota de Mar bombardearía las instalaciones petroleras de Y.P.F. en Mar Del Plata". De esta forma, los barcos cañonearon los depósitos de combustible y la Escuela de artillería antiaérea de la ciudad Atlántica y por ese hecho murieron 30 civiles. Luego, éste homicida amenazó con hacer lo mismo en la destilería de La Plata. Mientras eso sucedía, la Fuerza Aérea atacó aeródromos y bases leales en varios puntos de Córdoba y Buenos Aires.
Cada vez con menos fuerzas y sin el apoyo que precisaba, Perón le escribió una carta al general Flanklin Lucero (Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas y leal al gobierno constitucional) en la que dejaba entrever su renuncia. Enseguida se formó una junta militar, que estuvo integrada por los generales José Molina, Raúl Tanco, Juan José Valle, Ángel Manni y Oscar Uriondo. Y, aunque Perón le comunicó a estos últimos que al final no había renunciado, la junta no se disolvió.
El 20 de septiembre, Perón pidió asiló a la embajada de Paraguay y cuando le fue concedido subió a una cañonera que lo llevó al país guaraní. Pasarían 18 años para que pudiera volver a la Argentina.
Mientras tanto, Lonardi y Rojas llegaron a Buenos Aires el 23 de septiembre y se autoploclamaron presidente y vicepresidente provisionales, con un día de diferencia. Mucha gente y los medios que habían sido combatidos por Perón y sus seguidores (Clarín, La Nación) apoyaron a este gobierno de facto. Las dictaduras siempre tienen su apoyo civil y esta no fue la excepción (Nota del R: Entre junio y septiembre murieron casi 2000 personas, entre civiles y militares).
Enseguida, Lonardi clausuró el Congreso Nacional. Sin embargo, la "Libertadora" contó con una Junta Consultiva Nacional, que estuvo integrada por casi todos los partidos políticos: Unión Cívica Radical, Partido Socialista, Partido Demócrata Nacional, Partido Demócrata Cristiano y Partido Demócrata Progresista.
Lonardi, quien al comenzar su gobierno de facto había pronunciado las palabras que Justo José de Urquiza ("Ni vencedores ni vencidos"), fue removido de su cargo por el sector liberal de los golpistas, que quería una política dura contra el Peronismo. El mismo fue liderado por Aramburu, quien se convirtió en el nuevo dictador. Por su parte, Rojas continuó como vicepresidente.
De esta manera, la "libertadora" manejó el país hasta el 01 de mayo de 1958, cuando le entregó el poder a Arturo Frondizi (Unión Cívica Radical Intransigente), quien ganó las elecciones tras un pacto con el Peronismo. Sin embargo, como ya hemos detallado en otra nota, Frondizi estuvo condicionado en forma casi permanente y fue derrocado en 1962. Lo mismo le sucedería a Arturo Illia, en 1966.
Entre las principales censuras que generó el tercer golpe de estado, se encuentran: la intervención de las provincias, las universidades y los sindicatos; la mencionada clausura del Congreso; la represión, principalmente contra los peronistas (Recordar los fusilamientos en José León Suárez (Ver el libro Operación Masacre, de Rodolfo Walsh) y en otras zonas del Conurbano Bonaerense); la proscripción de Perón y el Partido Justicialista, que fue seguida por la prohibición de la publicación del nombre de Perón y de cualquier símbolo, palabra o imagen de éste...
Por otro lado, los dictadores anularon la Constitución del 49´ y regresaron a la versión original (1853), con sus anteriores modificaciones (1860, 1866 y 1898). Además, en 1957 le agregaron el artículo 14 bis (Trata acerca de los derechos sociales de los trabajadores).
En fin, más allá de todo lo que fue escrito, el país no podría salir de su ostracismo y todavía necesitaría 28 años para recuperar una democracia con garantías serias. A pesar de todos los defectos que puedan haber en la actualidad, saludemos el hecho de poder decir lo que queremos cuando queremos. Aunque algunos sigan teniendo una mentalidad del siglo XX y traten de impedirlo, es un hecho que no lo lograrán...
Copyright © 2009 – LMC – Texto: Nicolás Souto – Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Revoluci%C3%B3n_Libertadora_(Argentina) - Foto: http://www.diputadogatica.com.ar/joom/index.php?option=com_content&view=section&id=10&Itemid=61 - Caseros, 16 de Septiembre del 2011
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