martes, 21 de abril de 2009

“SI TUVIERA DINERO ENSEÑARÍA GRATIS, PORQUE SIENTO PASIÓN POR EL KARATE”

Primera parte de la entrevista a Oscar Montenegro.

El laureado Sensei contó como se inició en las artes marciales y recordó su arribo a Justo José de Urquiza, hace ya tres años. Además, como es el día a día de esta gran actividad y sus horarios.




21 de abril (LMC).- Aún era de día cuando dos intrépidos periodistas, Alejandro Jerez y quien esto escribe, decidieron entrar, una vez más, a la Sede social del Jota. Hacía calor en el ambiente, a pesar de que ya hace un mes que el verano se ha ido a descansar, hasta fines de año. Y, mientras la espera hacia su parte, la intriga por saber un poco más sobre el karate hacia el resto. Las dudas comenzaron a ser disipadas cuando, en una de las mesas del buffet y con un reluciente grabador en mano, está larga, pero no por eso tediosa entrevista, empezó a ver su luz.

Oscar Montenegro nació el 16 de octubre de 1956, por lo que su reloj biológico marca que tiene 53 años. Su familia está compuesta por su esposa, con la cual está casado desde hace 35 años, sus tres hijos y sus tres nietos. Desde pequeño mostró interés en aprender diversas artes marciales, como

-Nicolás Souto: Oscar, ¿Cómo fue que llegaste a la institución celeste?
-Oscar Montenegro: Bueno, yo en realidad vine hace tres años, por intermedio del señor Julio Lazzari, quien es el titular del gimnasio Sandow-Gim, que funciona dentro de esta institución. Aunque, en realidad, con Julio me encuentro trabajando desde hace seis años. El comienzo en Urquiza fue bastante satisfactorio, porque yo ya venía con gente. Sin embargo, también fue como algo nuevo, porque si bien acá había y hay taewkondo, cuando vieron el karate que yo enseñaba la gente se volcó mucho hacia el.

-NS: ¿Cuáles son los horarios y los días en los que se dictan las clases, en la Sede?
-OM: Nosotros estamos trabajando martes y jueves, de 19:30 a 21:00 horas, y los sábados de 18:00 a 19:30 horas. Son tres clases de una hora y media cada una.

-NS: ¿Cómo son los alumnos y que cantidad de gente viene a entrenar aquí?
-OM: En este momento cuento con alrededor de 70 alumnos, de los cuales 50 son regulares, porque hay otros que estudian y por eso van y vienen. Asimismo, tengo seis campeones mundiales entrenando, uno de los cuales es mí hijo, quien es 2º dan y salió campeón del mundo en el 2005 y en el 2007. Después, tengo ocho campeones Sudamericanos y cuatro campeones Panamericanos.

-NS: Ingresando un poco más en tú historia con las artes marciales, ¿Cómo fueron tus inicios y que logros obtuviste?
-Te voy a contar mí pequeña historia. Yo empecé judo cuando tenía ocho años, con el sensei Hamamoto. Después, a los 14 comencé a hacer Kung-fu, con el que logré un 2º dan, un subcampeonato mundial y tres campeonatos Sudamericanos. Luego, en el año 1979, empecé a hacer karate, “estilo Shotokan”, hasta el día de hoy. En total competí en 14 campeonatos mundiales, logre seis títulos mundiales, ocho Sudamericanos y siete Panamericanos. Después, salí 23 veces campeón Nacional y me retire en el año 2005, a la edad de 50 años, siendo campeón del mundo. Tome la decisión de retirarme porque ese mismo día mí hijo también había salido campeón del mundo. Entonces, me dije: -bueno, el apellido Montenegro por lo menos queda en el circuito competitivo y ahora soy entrenador internacional, árbitro a nivel nacional y sigo trabajando. Además, ostento la graduación de 5º dan y en junio, si dios quiere, tengo que viajar al exterior para rendir el examen de 6º dan.

-Alejandro Jerez: ¿Por qué se te ocurrió hacer karate, entre tantos deportes que hay?
-OM: Ya te digo, yo hacía kung-fu, que es totalmente opuesto al karate. Entonces, un día fui a ver un torneo en donde participaban karatekas, y yo me creía que era un tipo muy fuerte porque hacía kung-fu. Pero, cuando vi a la gente del karate me sorprendió, porque eran extremadamente fuertes, potentes y muy veloces... Fue así como me dije: “Voy a probar” y desde 1979 que estoy probando (Risas).

NS: ¿Cómo fueron tus primeros meses en el karate?
-OM: Bueno, resulta que empecé de blanco, todo de cero, y me costó mucho adaptarme. Pero, gracias a dios pude continuar. El karate es lo que más me apasiona hasta ahora y siempre dije que si fuera una persona adinerada enseñaría gratis, porque es pasión lo que siento por el karate. Esa es la pequeña historia sobre como fueron mis comienzos, que fueron muy duros. Antiguamente, en las competencias del karate no había profesiones, no había categorías... Recuerdo que yo era un niño, era cinturón verde, y en un torneo Metropolitano me pusieron con un 4º Dan de 120 kilos y así me fue también (Risas). Del mismo modo, en el primer mundial salí subcampeón del mundo, en donde me traje la medalla de plata, tres costillas rotas y un ojo negro, así que me traje bastante (Risas).

-NS: Ahora, vos nombraste que desde los ocho años que estás practicando artes marciales, ¿Cómo fue que llegaste a ellas? ¿Tus padres te incentivaron para que practiques?
-OM: No, si bien tengo mamá y papá, a mí me criaron mís abuelos paternos. Y, en la casa de ellos trabajaba un jardinero que era chino. Así que, un día veo que el hijo de esté jardinero estaba haciendo una especie de gimnasia, parecida al ballet, y le pregunte que estaba haciendo, a lo que él chico me contestó que era el chin yi chuen, un estilo de kung-fu. Yo, como era un niño, no entendía nada, y este chico me empezó a enseñar en secreto, porque en China se enseña de generación en generación. Pasó que un día nos pescó el padre, quien era el maestro y se enojó mucho. Bueno, ahí tuve que dejar. Pero, como vivía en San Miguel, un día me llevaron a la casa de mis abuelos maternos y ahí pasé por un club en el que se estaban luchando por todos lados. Ahí les dije a mís abuelos que quería mirar y empecé a hacer judo, que era un arte marcial que supuestamente se parecía al kung-fu. A la vez, después de la clase venía otro maestro chino, el señor Sui Chi Chan, quien hacía el estilo de la gruya blanca y yo veía sus movimientos. Entonces, como me gustó, comencé a hacer un arte marcial de contacto, no-de arroje, y me inicie en el kung-fu.

-AJ: ¿Cuál es la diferencia entre el karate y el kung-fu, porque la gente por ahí no entiende cuando lo ve de afuera?
-OM: A mí muchos me dicen “vos haces taekwondo”, pues la gente, claro, no entiende. El kung-fu es un estilo en el que todos sus movimientos son circulares y continuos. Además, tiene posiciones muy bajas y largas, está acostumbrado a todo lo que es velocidad, dinámica y posee mucho despliegue de esquives, cosa que en el karate es mucho más contundente. O sea, el karate se adapta más para la época en la que vivimos. Es decir, yo no creo que la gente del kung-fu pueda tener una pelea real, por ejemplo, con un patovica en los boliches, porque son personas que por lo general hacen pesas y son fuertes. En cambio, el karate es contundente y en el se usan las manos y piernas por igual. Para que tengan una idea, nosotros tenemos técnicas de mano, de piernas, arroje, palanca, llave de presión, de retención, de estrangulamiento... O sea, lo que siempre se dice en la jerga del karate, el cuerpo es puño. Ahora, si bien hace varios años que aparecieron las competencias, en ellas se logra no perder la esencia de lo que es el karate tradicional, por eso los torneos son contundentes. Obvio que siempre se respetan las reglas. A la vez, el karate se está volviendo más deportivo porque se busca que llegué a las Olimpiadas, para lo cual nos falta reunir pocos países para reunir la cantidad necesaria, en todos los continentes.

Montenegro se muestra como es: una persona sensata, sencilla y con un gran respeto por lo que hace. Sin dudas, el karate de Urquiza está en buenas manos y se espera que continúe por la buena senda.

-NS: Particularmente, tuve la oportunidad de hacerle una entrevista a otro excelente Sensei de karate, Pedro Fattore, quien enseña en River Plate desde hace 30 años, ¿Usted lo conoce?
-OM: Sí, es un maestro, un fenómeno.

-NS: Bueno, él me decía que en el karate se utiliza el 80% las manos, ¿Es verdad?
-OM: Claro, te explico porque. Dentro del karate hay siete estilos tradicionales, en las cuales tres son okinawenses y cuatro son japoneses. El estilo del Sensei Fattore es okinawense, pues usa más manos que piernas. Cuando fue inspirado el karate se evaluó también la geografía, las costumbres y la idiosincrasia, entre otras cosas, del okinawense. Entonces, como ellos son lentos de piernas, porque son fuertes de piernas, usan más las manos. Particularmente, yo hago un estilo japonés, la escuela Shotokan, cuyo creador (el Sensei Gichin Funakoshi) está denominado como el padre del karate moderno, porque fue el que introdujo toda la filosofía del uso de piernas y manos, por partes iguales. Casualmente, semanas atrás estuve con el sensei Fattore, en el Torneo del Atlántico, que se hizo en la ciudad de Mar del Plata. Tenemos una amistad de años, hemos competido en contra, hemos sido adversarios ocasionales en el primer torneo de los campeones del año 1978, en donde le gane la competencia. No obstante, gane algo mucho más importante que la competencia, el tener un amigo como Pedro Fattore, quien como persona y como karateca es excepcional.

-NS: ¿Cuáles son las principales cosas que te deja el karate?
-OM: Mirá, el karate es un sistema de vida. Es decir, todo el mundo viene a practicarlo con la idea de aprender a pelear, y el karate es para no pelear. O sea, por intermedio del entrenamiento y la disciplina, que son muy rigurosos, uno va teniendo seguridad en sí mismo. Una de las cosas fundamentales que te toman, cuando vas a rendir para cinturón negro, es dominar las emociones, aprender a contar hasta diez, ser una persona cordial y alegre. Funakoshi decía: “Todos los problemas de la vida hay que mirarlos con la visión del karate, porque en el karate no existe el no puedo, existe el voy a tratar, no hay agresión si no me agreden, es un arte netamente de defensa, no es de ataque”. Nosotros tenemos una serie de ejercicios que se llama “kata”, que en la traducción significa forma o modelo, en el cual están encerradas todas las técnicas del karate. Todos los kata comienzan con una defensa, porque es un arte de defensivo.

-NS: ¿Qué enseñanza les deja a los más chicos?
OM: A los niños, básicamente les da seguridad en sí mismos, los disciplina. Acá, por ejemplo, hay mamás y papás muy contentos, porque dicen “El nene no agrede como antes”... (Nota del R: el profesor saluda a unos alumnos/ as que pasan por el buffet) ¿Entendes?, hay chiquitos que en la casa tiran las zapatillas por un lado, la campera por el otro, la remera... Sin embargo, cuando vienen acá, les decimos: -venga, acomode la zapatilla ahí, la campera allá y el nene la acomoda. Entonces, el chico aprende lo que es el respeto del profesor. Aquí, para saludar, antes de entrar al dojo se inclina el cuerpo, no la cabeza, en señal de respeto y se dice la palabra oss, el cual es un modismo japonés que significa asentir o disentir. Entonces, el alumno ya no habla más, lo único que hace es acatar las ordenes del profesor o del instructor que este a cargo. Si nosotros los ponemos en una posición a los chicos, lo que en el servicio militar se decía “firmes”, hay chicos que están diez, 15, 20 minutos paraditos ahí. Ahora, ¿Por qué no se mueven? Por ejemplo, si vos dejas en tú casa a tú hermano, a tú hijo, a tú sobrino, ¿Cómo haces para tenerlos quietos?

-NS: Claro, tienen el respeto hacia el profesor.
-OM: Sin embargo, uno les enseña una disciplina y ellos saben que tienen que acatar. Los sistemas de entrenamiento están preparados para que ellos sientan la rigurosidad en todo lo que les va a pasar en la vida. El problema no existe si el mismo tiene solución, por eso es que no hay problema sin solución. Ahora, si no tiene solución, como decía el Sensei Funakoshi, no es un problema, es un hecho. Por ende, hay que asumirlo como tal.

La charla se detiene, solo por un par de segundos. El aire diáfano corre con una serenidad extrema, que contrasta con los fuertes ruidos que se están produciendo en el futuro dojo. Es que la Sede de Urquiza se está ampliando y hay varios trabajadores que están aportando su esfuerzo para que el club crezca. Así como continúa creciendo el karate, que no se detiene y jamás no se detendrá.

Fin de la primera parte. En breve se publicará la segunda.


HORARIOS:

KARATE:

Martes y jueves: 19:30 a 21:00 horas

Sábados: 18:00 a 19:30 horas


Sede Social: Belgrano 4905 – Teléfono: 4750 - 605


LMC agradece a Oscar Montenegro por haber concedido su tiempo para realizar esta entrevista.

Copyright © 2009 - LMC – Texto: Nicolás Souto – Entrevista: Alejandro Jerez, Nicolás Souto – Fotos: Gentileza shotoryu-kai-rengokai.blogspot.com - Buenos Aires, 21 de abril de 2009.