miércoles, 6 de mayo de 2009

LA COLUMNA DE NARCISO JOTAS Nº3

El opinólogo se explayó sobre el tema más importante del año, hasta el momento, para el mundo Celeste: la renuncia de Fernando Zamacola. Además, analizó las causas que desencadenaron la situación actual y señaló las ventajas y desventajas que tendrá el futuro entrenador de Justo José de Urquiza.


EN LAS BUENAS Y EN LAS MALAS

Por Narciso Jotas



06 de mayo (LMC).- Estaba en la calle cuando me sorprendió la nefasta noticia. Me faltaba poco para llegar a mí casa y una voz en el teléfono me dijo: -Renunció Zamacola. Aún se podían apreciar los últimos rayos del sol en el horizonte y la temperatura era agradable. En ese instante, tuve el presentimiento de que a Urquiza se le venía la noche (luego me dí cuenta que no es así), pues tras caer con San Carlos (0-2) y Sacachispas (0-3), no solo perdía la última chance de obtener el campeonato de la Primera C, sino que también perdía a la persona que había hecho posible que todos los hinchas del Jota nos ilusionaramos con el título. Sí señores, se fue Fernando Zamacola, una persona a la cual no conocí (no conocimos) del todo. A pesar de eso me demostró (nos demostró) que con trabajo y humildad se puede llegar lejos en el fútbol y en la vida.

Seamos sinceros, las últimas derrotas no son la verdadera causa de que hoy el Jota tenga que penar por entrar al reducido. Solo fueron, y son, el último eslabón de la cadena. Aunque, y esto ya lo deben saber todos, es cierto que los jugadores no mostraron el nivel que si habían tenido hasta el partido con Cañuelas, en diciembre último. La segunda parte del torneo fue una mezcla de querer y no poder o, directamente, no poder volver a ser.

Además del bajón futbolístico que tuvo, y tiene, el Celeste, los malos arbitrajes, las malditas lesiones, las expulsiones y el hecho de que los rivales del Jota no hayan jugado nunca en el mismo horario desencadenaron una rueda, que comenzó a girar y culminó en la delicada situación actual. Voy por partes y de este modo explicare cada uno de los puntos precedentes, que sumados nos dejaron sin técnico.

Para empezar, el desempeño de los jueces de turno (no voy a decir los nombres porque no me gusta crear ideología en contra de los árbitros, por más mediocres que sean) no estuvo ni cerca de ser bueno, con mínimas excepciones. De este modo, Urquiza perdió puntos valiosos, que hoy valdrían mucho, como ocurrió frente al "villero" de Berisso y con Barracas Central, por solo señalar dos casos.

Después, las lesiones afectaron el funcionamiento del equipo y Zamacola no pudo repetir la misma formación durante dos fechas seguidas. Esto fue determinante, pues titulares seguros como Emanuel Valinotti, Alejandro Baigorria, Pablo López, Cristián Damiano, Damián Salvaierra, entre otros, se perdieron varios encuentros. De la misma forma, Baigorria y, sobretodo Walter Arzamendia, vienen jugando infiltrados desde hace mucho tiempo. Esto pudo, lo más probable, haber ocasionado que ambos deportistas jugaran al límite de su estado físico.
Por ende, si bien todos los jugadores Celestes tienen ganas y le meten garra a su juego, están en desventaja con un futbolista normal que no posee inconvenientes. Esa es la causa por la que a veces no se desempeñaron de la mejor manera. Además, si consideramos la presión que el grupo tiene por salir campeón sí o sí, creo que la misma es excesiva.

Mientras tanto, aquellos que vieron la tarjeta roja también tuvieron su cuota de responsabilidad. La expulsión de Oscar Cuenca tal vez se olvido rápido, porque Urquiza le ganó ese día a Excursionistas (1-0). Pero, no ocurrió lo mismo con la roja que Diego Toledo sufrió frente a San Carlos. El "Tanque" es la figura más importante del plantel y, contando el partido con Berazategui, se habrá perdido tres cotejos. Así, Salvatierra quedó muy solo en la delantera y en el partido con Sacachispas eso se pudo apreciar con claridad.

Por último, Urquiza no jugó nunca con el resultado puesto. Es decir, Berazategui, Excursionistas, Villa Dálmine y San Carlos, a veces todos y en otras oportunidades solo algunos, siempre supieron como había salido el Jota, antes de empezar su correspondiente encuentro. Igual, esto no significa nada, pues hubo fechas en las que estos equipos jugaron mal y perdieron puntos. Pero, considero que la ley debe ser justa para todos. Entonces, los partidos que disputen los candidatos al título deberían empezar a la misma hora. Aclaro que esto no es la Primera División sino la C, por lo que las autoridades tendrían que tener un poco de sentido común.



En consecuencia, todo lo dicho en las líneas anteriores colaboró para que Zamacola se haya ido de Urquiza, tras 11 meses. Así y todo, quiero decir que su actitud me produjo sentimientos encontrados. Por un lado, creo que esta bien que haya dado un paso al costado, porque ayuda a descomprimir el clima que se creó tras la derrota con San Carlos. Del mismo modo, como se fue de buena manera, hasta quedó abierta la posibilidad de que en el futuro pueda regresar a la institución de Caseros. Pero, por otro lado, creo que se tendría que haber quedado en el banco de suplentes, para tratar de cambiar la historia, más teniendo en cuenta que todavía faltan cuatro fechas y la oportunidad de clasificar al mencionado reducido permanece latente.

De este modo, el entrenador que dirija los destinos del Jota posee una serie de ventajas y desventajas. Entre las primeras, esta la certeza de que podrá contar con un equipo competitivo, que aún no está muerto y que quiere resurgir de sus cenizas, más el hecho de que la actual campaña todavía permite soñar con el sub-campeonato. Entre las segundas, la defensa no da seguridad y el ataque ya no da garantías. De esta forma, quien se ponga el buzo de entrenador Celeste tendrá que trabajar mucho para salir de este duro presente. Y, después de un largo camino, si todo sale bien, podrá llegar a buen puerto.

Eso es lo que queremos todos los hinchas de Urquiza y es por lo que tenemos que luchar, de ahora en adelante. ¡¡¡Hasta la próxima noche celeste!!!


Copyright © 2009 – Texto: Narciso Jotas – Corrección: LMC - Fotos: LMC - 06 de mayo de 2009.