sábado, 5 de septiembre de 2009

LA COLUMNA DE NARCISO JOTAS - Nº 16

05 de septiembre (LMC).- Haciéndose eco del debate que existió esta semana, el veterano hincha Celeste da su opinión acerca de donde deberían jugar los dirigidos por José Luis Stella: ¿En Caseros o en Barrio Libertador?. Asimismo, hace un breve repaso sobre la historia de Urquiza y propone una idea interesante: que el Jota vuelva a tener su estadio en Caseros. Una nota para guardar, archivar y coleccionar.


LA HISTORIA SE ESCRIBE DESDE EL PRESENTE: Recuerdos, sueños y propuestas

Mientras dejaba que los minutos pasaran, sobre uno de los bancos de la Plaza Caseros, cientos de imágenes vinieron a mí mente como el hierro a un imán. De este modo, recordé los momentos que viví en mí infancia, cuando con solo cinco años me convertí en hincha del gran Justo José de Urquiza. En ese entonces (estoy hablando de fines de la década del 30 y principios de los 40), el Jota era una institución incipiente, pero ya daba señales de ser el club que hoy en día es. Por eso, como en la semana se generó un debate interesante, acerca de donde tendrían que jugar los dirigidos por José Stella, si en Caseros o en Barrio Libertador, me pareció atinado escribir esta nota.

Déjenme decirles que hasta la llegada de la última dictadura a la Argentina, el Celeste tenía su estadio en la vieja calle Kelsey (hoy José Murias), frente a las vías del ferrocarril San Martín. Luego, los malditos militares hicieron lo que quisieron y el Jota no pudo impedir que le quitaran sus legítimos terrenos. Allí, en donde hoy está ubicado un supermercado para la construcción, cada vez que jugaba Urquiza nos juntábamos miles de personas para ver y alentar al equipo, que era muy vistoso. Sí, no miento, en cada encuentro la cancha estaba completamente llena. Es más, en ese entonces, Urquiza tenía mucha más gente de la que tiene ahora. Esto no quiere decir que hoy tenga poca gente, pero las personas que comparten mí edad (73) saben de que estoy hablando. Las gradas rebasaban de público y los fines de semana eran una fiesta.

Por esa razón, y esto lo digo sin ningún tapujo, con asiduidad añoro esos momentos de felicidad. Es más, se me pianta un lagrimón cada vez que mis hijos me dicen: ¿Te acordás cuando nos llevabas a ver al Jota?. Y, también se me pianta un lagrimón cuando mis nietos me piden que los lleve a la conocida esquina de Miramar y Primera Junta. Por ende, no importa que Urquiza juegue un sábado o un día de semana, siempre que mis nietos pueden los llevo a la cancha a ver al equipo que hoy conduce Stella...

No obstante, quiero ser franco con los lectores que pasan por estas líneas, pues considero que ya me conocen lo suficiente. Yo, como varios hinchas y socios del Celeste, preferiría que el Jota volviera a jugar en Caseros. Incluso, me encantaría que Urquiza y Estudiantes de Buenos Aires compartieran el “Ciudad de Caseros”. Pero, este deseo no puede ser cumplido, por lo menos en el mediano plazo, ya que el “pincha” cobra alrededor de $600 pesos por encuentro, para alquilar el campo de juego que se ubica en Lisandro de La Torre y Urquiza.

En fin, en el año 1987, el intendente de turno de Tres de Febrero se apiadó de Urquiza y le cedió seis hectáreas en el Barrio Libertador. De esta forma, en el 93 se pudo construir un estadio modelo y ya todos sabemos el resto..., el equipo de Caseros ha jugado desde entonces en un lugar en el cual no surgió, pero que se ubica en las entrañas de su corazón y le pertenece con todas las letras.

Al mismo tiempo, debo ser justo y destacar lo hecho por los dirigentes Celestes, quienes mantuvieron el buen estado a la “Cueva” durante todos estos años. Por eso es que me animó a decir que la misma se encuentra entre las cinco mejores canchas de la Primera C, sin quedarme corto.

En consecuencia, que en la actualidad el Jota sea local en un barrio que tal vez nos queda lejos, a todos los que vivimos en Caseros, para mí no es lo mejor (y se que muchos piensan lo mismo) pero es lo que se puede por la situación económica. Además, tampoco esta tan mal, ya que la gente que vive en Libertador, Churruca, 11 de septiembre... es fanática del equipo. Aunque, reconozco que se deberían hacer mejoras en los alrededores del Campo Deportivo, porque la seguridad no es una virtud de dicha zona.

Pero, esta columna debe finalizar con una conclusión, pues sino no sería una columna. Esté viejo propone, tras escribir los párrafos anteriores, crear una peña como la poseen otros equipos, que también fueron despojados de sus terrenos originales en forma ilícita. La misma se llamaría “Volver a Caseros” y es un proyecto a muy largo plazo, que tiene el objetivo de volver a construir el estadio en los alrededores de la estación de Caseros (por ejemplo, el Cedem 1 posee un extenso lugar y cuenta con canchas de fútbol, aunque habría que construir las tribunas, por supuesto). Se que esto es muy difícil y que no constituye una prioridad, ya que en la Sede Social, en el Anexo y en el Campo Deportivo aún faltan hacer muchas cosas, pero es un sueño al fin. También se que es seguro que no lo voy a poder ver en vida, pero tengo la esperanza de que mis nietos sí lo consigan.

Esto pensaba cuando el atardecer se fue sin avisar y la noche llegó en silencio. Así, entre recuerdos, sueños y propuestas, descubrí que tenía que retornar a mí casa para descansar, ya que mí querido Jota va a jugar en unas horas. ¡¡¡Hasta la próxima noche Celeste!!!


“Nosotros no venimos a competir con nadie, somos periodistas que queremos el bien de Justo José de Urquiza”.


Copyright © 2009 – LMC – Texto: Narciso Jotas - Corrección: LMC – Buenos Aires, 05 de septiembre de 2009.